«Los protocolos funcionaron a la perfección» ante el incendio en Córdoba
Los bomberos tardaron tres minutos en llegar gracias a los simulacros previos. Los trabajos de reconstrucción avanzan «a buen ritmo» y están retirando el hollín de las capillas con un sistema láser
El Cabildo de la mezquita-catedral de Córdoba ha informado de que los trabajos correspondientes a la intervención de emergencia en el templo avanzan con normalidad y «a buen ritmo» después del incendio producido el pasado 8 de agosto en una de las capillas.
Según ha confirmado Agustín Jurado, responsable de comunicación y protocolo del Cabildo en declaraciones para Alfa y Omega, ahora las labores se están centrando en la «retirada del material dañado para un estudio detallado y minucioso» de cara a concretar qué partes se pueden volver a reutilizar o guardar. Además, han publicado un video donde se pueden ver algunas imágenes de esas labores.
Una de las novedades de esta primera fase de reconstrucción es la instalación de una sobrecubierta metálica que sirva para resguardar las zonas afectadas, que son la capilla de la Encarnación y el vestíbulo que le precede. De hecho, el daño principal ha estado en la cubierta de la capilla que colapsó y cayó «fundamentalmente por el incendio y también por el peso del agua de los bomberos, ya que su construcción es de cañizo». El objetivo de la construcción de esta estructura es la protección ante las inclemencias meteorológicas y también para la comodidad de los trabajadores.
En el interior de la capilla afectada se encuentra «un retablo del siglo XVII de menor valor que apenas se ha visto dañado», así como algunos muebles de almacenaje o sillas que no representan graves desperfectos.
Sin concretar fechas, Jurado asegura que a esta fase «le queda poco». En ella también está incluida la pintura de las naves dos, tres y cuatro, que estaban manchadas con hollín. «Para esa retirada en la piedra estamos aplicando un sistema muy actual y novedoso con láser, siempre supervisado por los arqueólogos y la restauradora», señala.
Desde el Cabildo señalan que la situación no está afectando en absoluto al turismo en la mezquita-catedral y que el monumento abrió al público al día siguiente del incendio. Sin embargo, se ha instalado una lona de obra para preservar de los trabajos que está llevando a cabo la policía científica, los bomberos y las aproximadamente cincuenta personas que están trabajando en el lugar.

Los protocolos funcionaron
«Afortunadamente lo que ha sido dañado es de bajo valor en comparación con otras zonas del lugar», puntualiza Jurado, y destaca que «el sistema de autoprotección que tiene establecido el edificio funcionó a la perfección». Gracias a las numerosas visitas y simulacros previos, los bomberos «hicieron un trabajo extraordinario porque sabían en todo momento dónde estaban las tomas de agua y por dónde tenían que entrar y actuar». Esta rápida actuación —los bomberos tardaron tres minutos en acudir— es producto, según Jurado, «del interés que siempre ha tenido el Cabildo de que todo el mundo estuviera informado» en caso de que tuviera lugar un incidente de estas características.
«Dentro de la desgracia, la rápida intervención en la aplicación de los protocolos certifica que estos funcionan a la perfección porque se entrena y el Cabildo se preocupa de que esto sea así», señala Jurado quien, sin ofrecer cifras concretas, confirma que el Cabildo correrá íntegramente con todos los gastos ocasionados por la restauración.