La inversión con criterios éticos está al alcance de cualquiera
Invertir de manera ética y responsable no es solo una opción técnica o una estrategia financiera: es una forma de compromiso con la justicia, la paz o la dignidad de la persona. Cada decisión financiera tiene un impacto real en nuestras vidas y en el cuidado de la creación. Por eso, se hace imprescindible informarse, preguntar y exigir transparencia como pasos fundamentales para contribuir, con la gestión de nuestros ahorros, a la construcción de un mundo más justo y solidario. Invertir con criterios éticos no solo es posible, sino que está al alcance de cualquier persona o institución que desee poner sus recursos al servicio del bien común.
Como católicos o como ciudadanos comprometidos, estamos llamados a ser coherentes entre nuestras convicciones y nuestras decisiones económicas. Cada inversión es también una oportunidad de transformar la realidad y de participar activamente en la construcción de un futuro más humano, en sintonía con el Evangelio y con los valores universales que inspiran a las personas de buena voluntad.
En esta línea, desde Banco Sabadell ofrecemos instrumentos que reflejan cómo los principios éticos, y en particular los de la DSI, pueden integrarse con éxito en la práctica financiera. Ejemplo de ello es el Fondo Sabadell Inversión Ética y Solidaria, gestionado por Sabadell Asset Management en colaboración con Amundi, la mayor gestora de activos de Europa y referente en inversión socialmente responsable (ASG). Este fondo no solo aplica rigurosos criterios éticos y de sostenibilidad en la selección de sus inversiones, sino que además destina una parte de sus comisiones a financiar proyectos sociales —más de 3,3 millones de euros desde 2006—, mostrando un claro compromiso con el bien común. Gracias a esta alianza con Amundi, Sabadell canaliza recursos hacia iniciativas que promueven el desarrollo sostenible, el respeto a los derechos humanos y la protección del medio ambiente.
El fondo invierte aproximadamente un 80 % en activos de renta fija, lo que aporta estabilidad y menor volatilidad, y un 20 % en renta variable, preferentemente en mercados europeos, equilibrando rentabilidad y responsabilidad. Evita sectores o empresas que no cumplan con criterios éticos, sociales y medioambientales, como aquellos relacionadas con armas, tabaco o violación de derechos humanos, estando su gestión alineada con la DSI.
Estas iniciativas financian programas orientados a la salud, educación, integración social y ayuda humanitaria, y benefician a colectivos vulnerables en diferentes continentes. La flexibilidad del fondo permite invertir desde 200 euros, con aportaciones periódicas mínimas de 30 euros, y sin penalizaciones por rescate, facilitando así el acceso a la inversión ética para un amplio sector de la población. Además, ofrece ventajas fiscales para residentes en España, como la posibilidad de traspasos entre fondos sin tributación inmediata.
Propuestas como el Fondo Sabadell Inversión Ética y Solidaria demuestran que la coherencia entre fe, valores y rentabilidad no solo es posible, sino cada vez más necesaria, permitiendo a los inversores ser agentes activos en la construcción de una economía más humana, justa y sostenible, en plena sintonía con los valores del Evangelio y los principios universales del bien común. Así, cualquiera puede contribuir desde sus decisiones financieras a un mundo más solidario y respetuoso con la dignidad humana y el medio ambiente.