Médicos sin Fronteras suspende sus actividades en ciudad de Gaza por el «riesgo inaceptable»
La entidad asegura que sus clínicas «están rodeadas por las fuerzas israelíes» y que «es lo último que queríamos». Aún así, tratarán de seguir prestando apoyo a otros centros sanitarios
La ONG internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado la suspensión de sus actividades médicas vitales en la ciudad de Gaza, tras la intensificación de bombardeos y el avance de los tanques del Ejército israelí hacia zonas cercanas a sus instalaciones. La entidad ha explicado en un comunicado publicado este viernes que han tomado esta decisión obligados por el «nivel de riesgo inaceptable para el personal».
Además, en la nota denuncian que la situación ha empeorado gravemente y que sus clínicas «están rodeadas por las fuerzas israelíes», lo que impide seguir operando con garantías. «Esto es lo último que queríamos, ya que las necesidades en Gaza son enormes y los bebés en cuidados neonatales, los heridos graves y los enfermos terminales no pueden desplazarse y se encuentran en grave peligro», ha declarado Jacob Granger, coordinador de emergencias de MSF en Gaza.
Solo la semana pasada, y a pesar de la ofensiva israelí, los equipos médicos de esta ONG realizaron más de 3.500 consultas, tratando a más de 1.500 personas por malnutrición, así como casos de traumatismos, quemaduras y atención ginecológica o prenatal. También denuncian que los hospitales de la Franja de Gaza «están desbordados debido a la grave escasez de personal, suministros y combustible».
Aunque MSF suspende sus operaciones en la ciudad de Gaza, la entidad tiene la intención de seguir prestando apoyo logístico y médico en otros centros esenciales gestionados por el Ministerio de Salud, como los hospitales Al Helou y Al Shifa, «mientras estos sigan funcionando».
La organización no cesa, como también lo hace la Iglesia, en su llamamiento a la paz. Denuncia que «la gente está agotada y se le está privando deliberadamente de lo esencial para sobrevivir». Por eso, pide «el cese inmediato de la violencia y medidas concretas a la escala necesaria para proteger a la población civil», garantizando así la seguridad de las organizaciones humanitarias que operan en la ciudad. Unas condiciones que «claramente no se dan en la actualidad», recuerdan.