Abilio Martínez toma posesión como obispo de Ciudad Real
En la ceremonia de este sábado, ha reflexionado sobre la cercanía que el obispo debe tener, no solo con Dios, sino también con los otros obispos, los sacerdotes y el pueblo de Dios
En una ceremonia celebrada este sábado en la catedral de Santa María del Prado, Abilio Martínez Varea ha tomado posesión como nuevo obispo de la diócesis de Ciudad Real, tras haber sido nombrado por el Papa León XIV el pasado 9 de julio y después de aceptar la renuncia de Gerardo Melgar, hasta ahora pastor de esa diócesis.
En la Eucaristía han estado presentes el cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella; el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, y otros obispos venidos de toda España. Según la propia diócesis, un total de más de 1.200 fieles han querido arropar presencialmente a Martínez Varea en la toma de posesión, mientras que otra multitud se ha congregado en las inmediaciones para seguir la ceremonia a través de pantallas.

En su homilía, Martínez Varea ha expresado su intención de «trabajar para fomentar la corresponsabilidad entre todos los bautizados que formamos esta Iglesia diocesana». Además, ha reflexionado en torno al concepto de la cercanía que debe tener un obispo, no solo hacia Dios, sino también «hacia los otros obispos, los sacerdotes porque sois los colaboradores más próximos al obispo, a quienes debe acompañar como padre y hermano, y cercanía al pueblo de Dios, que el obispo está llamado a guiar y a amar con entrega».
Por su parte, Gerardo Melgar ha dirigido palabras de gratitud a la diócesis, ensalzando sus «hondas raíces religiosas y de fe profunda transmitida de padres a hijos» y pidiendo especialmente que las familias sean «cada día más evangelizadas y evangelizadoras». Asimismo, ha reconocido que la tarea episcopal es también un servicio exigente al que entrega su legado con humildad.

Con su llegada, Martínez Varea se convierte en el decimotercer obispo de Ciudad Real y lo asume con gran compromiso pastoral hacia los fieles, los sacerdotes y las realidades sociales del territorio. Mientras tanto, continuará como administrador apostólico en Osma-Soria, su diócesis anterior, hasta que el Papa nombre a su sucesor.