Aunque en Paiporta «el miedo es mucho», con las lluvias «no ha pasado nada grave»
El párroco de La Inmaculada señala que las lluvias en Paiporta han terminado «sin consecuencias». «Podemos estar tranquilos» pero pide seguir las alertas
«No ha pasado nada grave, se ha reaccionado a tiempo y todo se ha hecho de manera óptima. Ha habido mucha lluvia y nada más», cuenta a Alfa y Omega al otro lado del teléfono David Mora. Es párroco de la Inmaculada, una iglesia en Paiporta. Sus feligreses recibieron en la tarde del pasado domingo una alerta telefónica en sus móviles debido a las extremas precipitaciones. Según amplía, en la madrugada del lunes «hubo una gran tromba de agua», pero «entre hoy y ayer la lluvia ha sido más suave».
El párroco reconoce que en Paiporta, donde 56 vecinos fallecieron el año pasado a causa de la DANA, «el miedo es mucho». «La gente sigue muy afectada», explica, y, nada más recibir la alarma en sus teléfonos «algunos cogieron objetos de la planta baja y los subieron» al siguiente piso. Trataban de reaccionar preparándose ante el peor escenario pero, pese a las grandes lluvias, por suerte «el barranco sigue con poca agua y no ha habido desbordamientos».
«Podemos estar bien tranquilos»
Las infraestructuras de Paiporta están respondiendo bien a las lluvias «y el alcantarillado ha funcionado en general», con las pocas excepciones de «algún desagüe que se ha atascado» pero «sin consecuencias graves». «Podemos estar bien tranquilos», opina David Mora, quien igualmente llama a seguir todas las indicaciones de las autoridades.

Once meses después de la DANA de 2024 y a falta de un mes para que se cumpla un año del desastre medioambiental, el párroco de La Inmaculada nos cuenta cómo reaccionó Paiporta ante aquella catástrofe. Entonces «abrimos las iglesias para repartir ayuda a gente de todo tipo» durante las lluvias. La de San Ramón, debido a su tamaño y a que cuenta con unos grandes salones, fue «la que más pudo ayudar». No obstante, todas hicieron lo que estaba en su mano.
«Estamos presentes»
«Hubo que organizarlo todo: ropa, mascarillas e higiene». También «llegamos a repartir comida caliente a toda la gente durante unos meses». Y en cuanto a lo espiritual, durante todo este tiempo «hemos estado con la gente» de Paiporta, lo que implica «confesarles» y «hacerles saber que no estamos aquí». «No nos fuimos, estamos presentes», reivindica David Mora.

De momento esta parroquia no cuenta con un grupo de WhatsApp, un canal ni una lista de difusión para convocar a toda prisa a voluntarios si se desancadenara algún otro episodio de grandes lluvias. No obstante, Mora explica que tampoco fue necesario en lo peor de la DANA de 2024 porque «los voluntarios eran muy espontáneos» y se presentaban en Paiporta sin necesidad de ser llamados.
Aparte de los propios locales, «también vinieron religiosos, religiosas y sacerdotes». Y fueron de especial ayuda «unos seminaristas de Moncada que se quedaron unos cuantos días». «Había más gente por la calle que en las casas, daban vueltas para ver dónde podían ayudar, realmente hubo una auténtica explosión de voluntarios», concluye el párroco de La Inmaculada.