Departamento Q: Nadie está perdido de verdad
Encontrando a personas desaparecidas por el mundo, Morck empieza a encontrarse a sí mismo
Una inspección casual al aparente escenario de un crimen en Edimburgo (Escocia) se torna en tragedia para el inspector Carl Morck (interpretado por Matthew Goode) y su compañero, James Harvy (Jamie Sives). Un asesino dispara contra ellos en lo que a todas luces parece una trampa. Cuatro meses después, el segundo lidia con una parálisis permanente y el primero, hombre de pocos amigos y colosal intelecto, se enfrenta a la depresión y a un irrefrenable impulso para investigar su propio tiroteo.
Es un planteamiento que hemo visto anteriormente, pero en Departamento Q coge un vuelo majestuoso en un género que no por prolífico deja de reinventarse. Morck logra enfrentarse a sus fantasmas cuando se le nombra jefe de un nuevo departamento de la Policía de Escocia, encargado de resolver casos antiguos, que ya han sido abandonados por sus predecesores. De nuevo, un cierto guiño del género policíaco a la irrupción del pódcast sobre crímenes reales, pero que esta serie lleva por otros vericuetos más convencionales. Akram Salim (Alexej Manvelov), su nuevo compañero —qué gran personaje; si es que todo es desarrollar buenas historias y buenos personajes—, decide que el primer caso del nuevo departamento será la desaparición, hace cuatro años, de una fiscal muy polémica, a quien prácticamente todos creen muerta: Merritt Lingard, a la que da vida Chloe Pirrie.
Y ahí dejaremos los spoilers, porque esta nueva serie —que probablemente se torne en franquicia de varias temporadas— va de encontrar a personas a quienes todos dan por desaparecidas. Y tiene, claro, una doble lectura. Porque encontrando a esas personas desaparecidas por el mundo, Morck empieza a encontrarse a sí mismo, a su hijo, a su antiguo compañero. Y permitirá a muchos volver a disfrutar de otra grandísima actuación de Matthew Goode, que ya de por sí justificaba esta serie. Quien esté buscando una gran serie policíaca para engancharse este verano, que no lo piense mucho más: es esta, Departamento Q.