El cónclave comenzará el miércoles 7 de mayo
Los cardenales electores serán en principio 134, llegados de todos los continentes, ya que el arzobispo emérito de Valencia, el cardenal Cañizares, no estará presente por motivos de salud
Tras la primera reunión de los cardenales tras el funeral del Santo Padre y quinta Congregación General, el portavoz de la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha comunicado en un briefing con los periodistas que el cónclave que elegirá al 267 sucesor de Pedro comenzará el miércoles, 7 de mayo. Ese día se pronunciará el histórico Extra omnes, fórmula latina que marca el inicio del cierre de la Capilla Sixtina y la pronunciará el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias.
La fecha ha sido fijada esta mañana por los cerca de 180 cardenales presentes (algo más de un centenar son electores). Las reglas establecen que antes de que se inicie el cónclave deben haber pasado 15 días desde el fallecimiento del Papa, con el objetivo de que los cardenales que viven en los países más alejados tengan el suficiente tiempo para llegar. Otro de los motivos, ya que a la Capilla Sixtina solo entran para votar, es que los cardenales, en este cónclave especialmente desconocidos unos para otros, puedan intercambiar sus opiniones sobre el futuro de la Iglesia y del mundo.
Explica nuestro corresponsal, Javier Martínez-Brocal, en las páginas de ABC que «cuando tienen claras cuáles deben ser las prioridades del próximo pontificado es cuando ponen fecha para el comienzo del cónclave». Para elegir al candidato, pueden votar los cardenales menores de 80 años, llamados «cardenales electores». Es un grupo muy variado formado por 135 purpurados de todos los continentes, aunque en este cónclave se espera que participen 134, pues el cardenal Antonio Cañizares Llovera, arzobispo emérito de Valencia, no lo hará por cuestiones de salud.
Cómo es el proceso
El miércoles 7 de mayo por la mañana, todos concelebrarán la solemne Misa pro eligendo Pontifice, celebración eucarística presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, quien invitará a sus hermanos a dirigirse por la tarde a la Capilla Sixtina con estas palabras: «Toda la Iglesia, unida a nosotros en la oración, invoca constantemente la gracia del Espíritu Santo, para que sea elegido por nosotros un digno Pastor de todo el rebaño de Cristo».
Desde allí, la procesión coral se dirigirá a la Sixtina, acondicionada para la ocasión con bancos para el recuento de votos y un horno donde se quemarán las papeletas. Para elegir al próximo sucesor de Pedro será necesaria una mayoría cualificada de dos tercios. Están previstos cuatro escrutinios por día, dos por la mañana y dos por la tarde. Cuando sea elegido el Papa y acepte, se queman las papeletas, logrando que desde la plaza de San Pedro se vea la clásica humareda blanca. Al final del cónclave, el nuevo Pontífice se retirara a la Sala de las Lágrimas, es decir, a la sacristía de la Capilla Sixtina, donde se revestirá por primera vez con los ornamentos papales —preparados en tres tallas, explica Vatican News— con los que se presentará al pueblo de Dios presente en la plaza.
Después de la oración por el nuevo Pontífice y del homenaje de los cardenales, se entona el Te Deum que marca el final del cónclave. Tras el anuncio de la elección, el Habemus papam, aparecerá el Papa, precedido de la cruz procesional, e impartirá la bendición urbi et orbi.