El Papa León XIV llama a Gaza para enviar su apoyo

El Papa León XIV llama a Gaza para enviar su apoyo

El patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, y su homólogo ortodoxo han visitado la Franja un día después del ataque israelí. Han hecho posible la evacuación de los heridos y la entrada de ayuda humanitaria

María Martínez López
El cardenal Pizzaballa saluda a las personas en la parroquia de la Sagrada Familia.
El cardenal Pizzaballa saluda a las personas en la parroquia de la Sagrada Familia. Foto: PLJ.

El patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, y su homólogo ortodoxo, Teófilo III, han visitado Gaza este viernes para «expresar la solicitud pastoral compartida» de las Iglesias de Tierra Santa tras el «lamentable ataque» israelí del jueves. El disparo de un tanque israelí contra el tejado de la parroquia de la Sagrada Familia mató a tres personas —dos ancianas y su encargado de mantenimiento— mientras varios miembros fueron heridos, algunos de gravedad. El párroco, Gabriel Romanelli, sufrió lesiones leves en la pierna derecha.

Han llegado a las 13:07 horas locales (12:00 de España) junto con una delegación eclesial más amplia con el objetivo de mostrar «su preocupación por la comunidad», según relata un comunicado del Patriarcado latino de Jerusalén. Durante su corta estancia en el recinto de la iglesia, los patriarcas tenían previsto reunirse con miembros de la comunidad cristiana local, «ofrecer su pésame y solidaridad y estar con los afectados».

Pizzaballa ha querido así «evaluar personalmente las necesidades humanitarias y pastorales de la comunidad» para «ayudar a guiar la presencia y respuesta continua de la Iglesia». A través de ellos, los católicos gazatíes han recibido además el «apoyo, cercanía y oración» del Papa León XIV. «Tras su entrada en Gaza» el Pontífice «llamó a los patriarcas» para transmitir este mensaje a la comunidad. En declaraciones a Vatican News, Pizzaballa ha agregado que el Pontífice también expresó «su intención de hacer todo lo posible para lograr no solo un alto el fuego, sino también el fin de esta tragedia». El Santo Padre «ha reiterado repetidamente que es hora de poner fin a esta masacre y que lo sucedido es injustificable, y debemos asegurarnos de que no haya más víctimas». 

Violación del derecho internacional

Los patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén se han unido para manifestar su «profunda solidaridad con el Patriarcado latino de Jerusalén» y las personas acogidas en la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza. Desde la más «inflexible unidad» denuncian el «atroz ataque» del jueves, afirman en un comunicado.

«Los lugares de culto son espacios sagrados que deberían mantenerse seguros. También están protegidos bajo el derecho internacional», aseguran. Por ello, poner en el objetivo a «una iglesia que alberga aproximadamente a 600 refugiados, incluidos niños con necesidades especiales, es una violación de estas leyes». Constituye además «una afrenta a la dignidad humana» y «la profanación de un lugar sagrado».

Por ello, los líderes cristianos de la Ciudad Santa piden «a los líderes mundiales y las agencias de la ONU que trabajen hacia un alto el fuego inmediato» en la Franja «que lleve al fin de esta guerra». Asimismo «les imploran que garanticen la protección de todos los lugares religiosos y humanitarios» y que alivien «a las masas que pasan hambre» por todo el enclave.

La misma nota informa de que Patriarcado ha organizado «la evacuación de los heridos en el ataque a instituciones médicas fuera de Gaza», donde recibirán cuidados. Asimismo «se ha asegurado el acceso a la entrega de asistencia esencial»: cientos de toneladas de alimentos, kits de primeros auxilios y equipamiento médico. La iniciativa ha partido del Patriarcado latino en coordinación con sus socios humanitarios. Esta ayuda no llegará solo a la comunidad cristiana «sino también al mayor número de familias posible». 

Estas dos decisiones responden a la crítica situación humanitaria en Gaza, donde desde marzo solo llega una mínima parte de los suministros necesarios, y con cuentagotas. Ya a finales de mayo el párroco, Gabriel Romanelli afirmó a medios vaticanos que «toda ayuda, ya sea comida, agua o medicinas, está bloqueada por el Ejército israelí». La comunidad, que acoge a unas 600 personas, se estaba viendo en la necesidad de «administrar con mucha prudencia los suministros que nos quedan».

La presencia del patriarca ortodoxo se explica porque dos de las víctimas mortales, Saad Salama and Foumia Ayyad, pertenecían a esta confesión. Es el caso también de muchas otras de las 600 personas acogidas en la Sagrada Familia. El templo ortodoxo de San Porfirio acogió el jueves su funeral y, a continuación, el entierro.