El Papa misionero que alabó a Manos Unidas: «Dios bendiga [vuestra] labor benéfica»
El nuevo Pontífice contribuyó a la construcción del posicionamiento ético político estratégico que guía uno de los socios locales de Manos Unidas en Perú, y en el proyecto de fortalecimiento de pastorales sociales en distintas diócesis del país
A León XIV ya se le conoce como «el Papa misionero». Así lo ha definido desde César García Magán, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, hasta José María Calderón, director nacional de Obras Misionales Pontificias (OMP). Dentro de este ámbito, ha tenido contacto con organizaciones del sector, como Manos Unidas.
Como parte del directorio de obispos de del socio local de Manos Unidas, la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), el nuevo Papa contribuyó a la construcción del posicionamiento ético político estratégico que guía a la organización, y en el proyecto de fortalecimiento de pastorales sociales en distintas diócesis de Perú.
Comprometido, en especial, con los derechos de los migrantes, una problemática muy compleja en el norte de Perú, el Pontífice apoyó el trabajo de Manos Unidas con Radio Cutivalú para la prevención del delito de trata y la promoción de una vida libre de violencia para las mujeres.
«Dios bendiga la labor benéfica que realiza Manos Unidas», declaró en una carta, en la que alababa la labor realizada en el proyecto «mejora del desarrollo integral de niños y niñas menores de tres en años en comunidades periurbanas de Ventanilla en época de coronavirus», de nuestro socio local, la Asociación Kusi Warma, con quien la ONG colabora desde hace 20 años.
Un deseo que repitió en relación a muchos otros proyectos llevados a cabo por Manos Unidas y sus socios locales en Perú, como la CEAS, Radio Cutivalú, el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) y el Instituto de Defensa Legal (IDL).
Por todo ello, la organización ha celebrado la llegada del Pontífice del que recuerdan que tiene «una trayectoria pastoral marcada por la cercanía a los más vulnerables» y una «sensibilidad especial» hacia el trabajo que desarrolla la ONG católica junto a sus socios locales en Perú. «Para Manos Unidas, la elección de León XIV representa una oportunidad para mantener la apuesta eclesial por el mundo pobre, por la periferia en la que se ha forjado manteniendo los compromisos con una Iglesia sinodal, abierta al diálogo», ha afirmado Cecilia Pilar, presidenta de la organización.
Cooperación sinodal
Asimismo, como prefecto de la Pontificia Comisión para América Latina, el entonces cardenal Prevost impulsó los Encuentros de Cooperación Sinodal en Latinoamérica, una iniciativa sin precedentes que reunió a 14 agencias de cooperación eclesial del continente. Manos Unidas ha estado presente en las tres ediciones celebradas: Roma, Bogotá y Königstem. En ellas participó Lucas Bolado, coordinador del departamento de Cofinanciación de la ONG y Juan de Amunátegui, coordinador del Departamento de Proyectos de América de Manos Unidas.
«Me impresionó la cercanía de Prevost hacia las instituciones de ayuda de la Iglesia y su disposición a apoyar desde la Santa Sede los esfuerzos que Manos Unidas y otras entidades hacen para llevar a cabo su servicio», recuerda Lucas Bolado. Concretamente, el entonces purpurado dijo, según Prevost,: «“La forma concreta que Dios nos regala para participar en estos momentos en la custodia del bien común” porque “todos debemos tener la gran esperanza de que la Iglesia del futuro será más fraterna, más caritativa, más inclusiva, y menos autorreferencial”», rememora Bolado.
«En esos encuentros, León XIV compartió ideas con todas las organizaciones que estábamos allí para renovar nuestro caminar juntos a la luz de la dimensión misionera de la Iglesia, en un contexto en el que la cooperación de todos con todos es urgente y necesaria. Nos recordó a todos que servir es principalmente evangelizar, dando testimonio de palabra y obra de la misericordia”, añade Juan de Amunátegui.