Francisco simplifica el ritual de los funerales pontificios - Alfa y Omega

Francisco simplifica el ritual de los funerales pontificios

La constatación del fallecimiento del Pontífice tendrá lugar en la capilla y no en la habitación del difunto. Además, el cuerpo será colocado inmediatamente dentro del ataúd y se expondrá ante los fieles sin el catafalco

Victoria Isabel Cardiel C.
El arzobispo Gänswein besa el féretro de Benedicto, en el que se ve su escud
El arzobispo Gänswein besa el féretro de Benedicto, en el que se ve su escudo. Foto: AFP / Vatican Media.

La Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice ha editado y publicado la segunda edición del Ordo exequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que guiará los funerales del Papa. Francisco —que recibió el primer ejemplar del volumen impreso el 4 de noviembre— aprobó su publicación el 29 de abril.

El funeral del Papa emérito Benedicto XVI siguió el rito Ordo exequiarum Romani Pontificis, establecido por la constitución apostólica Universi dominici gregis (1996), con algunas adaptaciones. Pero «se hizo necesaria una segunda edición porque el Papa Francisco pidió, como él mismo declaró en varias ocasiones, simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del Obispo de Roma exprese mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado», tal y como ha subrayado en declaraciones a los medios del Vaticano el maestro de las celebraciones litúrgicas de los Pontífices, el arzobispo Diego Ravelli.

El nuevo rito pretende subrayar «aún más que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso hombre de este mundo», ha explicado.

Una novedad es la introducción de las indicaciones necesarias para una posible inhumación en un lugar distinto de la basílica vaticana. Francisco ya había adelantado que quiere ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor, de Roma.

Sin embargo, se mantienen las llamadas tres estaciones que preceden al ritual de exequias; es decir, los pasos que deben darse tras la muerte de un Pontífice. Pero en la primera estación se indica que la constatación de la muerte se realizará en su capilla privada, en lugar de en la habitación e inmediatamente el cuerpo se depositará en el único ataúd de madera con el interior de zinc, antes de ser trasladado directamente a la basílica.

Anteriormente, el cuerpo del Papa se trasladaba a la capilla del Palacio Apostólico, ya que allí residía el Pontífice. Pero Francisco vive en la residencia de la Casa Santa Marta, por lo que se ha eliminado este paso.

También se han precisado algunos pasajes de la llamada segunda estación: puesto que la deposición en el féretro ya ha tenido lugar tras la constatación de la muerte, este se cierra la víspera de la Misa exequial. En la basílica vaticana, el cuerpo del Papa difunto se expone directamente en el féretro abierto, pero no en un catafalco como había sido hasta ahora. Tampoco se colocará el báculo junto al ataúd durante esta exposición.

En la tercera estación, que incluye el traslado del féretro al sepulcro y el entierro, se elimina la tradición de enterrar a los Papas en tres ataúdes: uno de ciprés, un segundo de plomo y un tercero de roble u otra madera. Además, siguiendo el modelo de los funerales de obispos, durante las ceremonias religiosas se utilizan títulos más sencillos, eliminando la alusión «Romano Pontífice»

A pesar de que se mantiene la figura del camarlengo, la persona que se ocupa de varias cuestiones en ausencia del Papa, Francisco ha eliminado la cámara apostólica, un colegio de eclesiásticos que asistía al cardenal camarlengo durante la gestión de la Sede Vacante.