«Hagan lío», «echen raíces» y «dialoguen con los ancianos». Los tres consejos del Papa a jóvenes
Laura Moreno, delegada episcopal de Jóvenes de Madrid, destaca que, aunque fue elegido con 77 años «sabía hablar su lenguaje»
«Recuerdo que el Papa Francisco, en la JMJ de Brasil de 2013, en el mismo año de su elección, dio un primer mensaje a los jóvenes argentinos en la iglesia de Aparecida que ha tenido muchísimas implicaciones: “Hagan lío”». Lo cuenta a Alfa y Omega Laura Moreno, delegada episcopal de Jóvenes de la archidiócesis de Madrid y quien conoció al Pontífice de cerca.
Aquella fue una llamada revolucionaria que, 11 años después, repitió para los jóvenes madrileños en el Madrid Live Meeting del 5 de octubre de 2024. «Les dijo lo mismo, hagan barullo, que es una expresión muy porteña», recuerda Moreno, también de origen argentino. Aunque la delegada matiza que, con aquella expresión, Francisco se refería a «un barullo bueno que significa moverse para cambiar las cosas».
Otras de las grandes aportaciones del Papa Francisco tuvo lugar en el Sínodo de los Jóvenes de 2018. «Marcó una manera de entender la pastoral completamente nueva, hizo un cambio de eje», explica la delegada. Fue una de las primeras veces que más comenzó a hablarse de aquella «Iglesia sinodal que luego ha sido tan significante». Según Moreno, aquella ocasión sirvió para pasar de «una pastoral pensada para los jóvenes a trabajar con los jóvenes». Todo después de «una larga escucha con jóvenes de todo el mundo y los signos de los tiempos».
De acuerdo con esta laica teresiana, «en este tiempo de gran secularización en el mundo occidental necesitamos anunciar que Cristo está vivo». Algo absolutamente fundamental «por esas necesidades existenciales de los jóvenes de hoy», pues Francisco «supo captar su momento vital de incertidumbre, temor al futuro y mucho cambio, que puede desestabilizar». En todo este contexto de crisis, Francisco les anunció que «Cristo vive y te quiere vivo».
«Echen raíces»
Tras este «hagan lío», el segundo mensaje principal del Papa Francisco es invitar a los jóvenes a que «echen raíces». Según la delegada, muchos «buscan experiencias espirituales o existenciales», lo que no es malo en sí mismo, pero puede sumirlos en una búsqueda que «hace que vivan la vida de forma superficial». Parafraseando el lema del Consejo de Vocaciones organizado este año por la Conferencia Episcopal, Moreno les invita a «preguntarse para quién vives».
«Dialoguen con los ancianos»
Y una tercera lección que Francisco «aprendió de su abuela» y que subraya en su exhortación apostólica Christus vivit es su llamada a que «dialoguen con los ancianos». Paradójicamente, aunque Francisco era una persona mayor que fue elegida como Pontífice a los 77 años y falleció con 88, «supo hablar el lenguaje» de los jóvenes.
Finalmente, como lo conoció en persona, Laura Moreno subraya que Francisco era «una persona que siempre te recibía en la puerta de su casa y al marcharse te acompañaba hasta el ascensor». «Son detalles que hablan», opina. Y concluye alegando frente a quienes lo critican por su falta de Teología» que aquello es radicalmente falso. «Su Teología fue el Evangelio, una pastoral de los signos de los tiempos, conciliar y muy trinitaria en la que anunciaba permanentemente la presencia del Padre, la intercesión de Jesús y el Espíritu que nos ayuda en el timón de la historia de la Iglesia y de nuestras vidas».