Iglesia universal, de Tor Vergata al Congo - Alfa y Omega

La Iglesia es universal. Católica. Este fin de semana, jóvenes de todo el mundo van a poder vivir una experiencia única: encontrarse con el Papa León XIV en Tor Vergata. Pero es mucho más que eso. Como en la JMJ, es una oportunidad de algo que resulta difícil de explicar. Rodeados de un millón de personas, se produce un encuentro personal con Dios. Lo que se vive en estos días es la constatación de la catolicidad de la Iglesia, de que se pertenece a una comunidad mundial de hermanos procedentes de todos los rincones del planeta. Es una apertura del alma y de la mente en la que se adquiere la dimensión de la Iglesia. En la que te haces partícipe no solo de tu grupo religioso o de tu parroquia. En la que te sabes querido incluso por personas que no conoces y que viven a millones de kilómetros. Porque os une lo mismo, el amor de Dios y la fe.

Con esa perspectiva, cuánto dolor produce leer la noticia del pasado lunes. La matanza de 43 personas que se habían reunido a rezar en una iglesia en la República Democrática del Congo. Pertenecían a la Cruzada Eucarística, un movimiento de oración y apostolado para niños y jóvenes enfocado en la Eucaristía. Jóvenes como los que están ya en Roma. Católicos que son olvidados por los grandes medios de comunicación, pero que deben ser sentidos cerca por sus hermanos en la fe de todo el mundo. Fuerzas rebeles asociadas a la yihad islámica irrumpieron en el templo con armas de fuego y machetes y perpetraron la matanza. Justo cuanto estaban en oración. Jesús dijo: «Donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos» (Mt 18:20). Allí estaba Él, contemplando los asesinatos y llevándose sus almas mártires al cielo. Desde arriba verán lo que va a pasar en Roma y escucharán, seguro, cómo rezan por ellos en la vigilia y la Misa del domingo con el Papa.