Juan Vicente Boo define a León XIV como «el mejor legado» de Francisco
En la presentación del nuevo curso de la Escuela de Teología Internet, ha bromeado con matricularse y desgranado los retos venideros para Prevost
«El mundo de la juventud podemos tomarlo como una nota del mundo actual», ha diagnosticado el dominico Rodrigo Hidalgo en la tarde de este jueves durante la presentación del curso 2025-2026 de la Escuela de Teología Internet que ofrece la Pontificia Facultad de Teología San Esteban. Ha tenido lugar en el espacio O_Lumen dedicado al diálogo interreligioso y el intercambio cultural. Lo ha dicho tras proyectar un vídeo en el que varios universitarios entrevistados se definían como agnósticos y escépticos sobre la resurrección de Cristo. Para cubrir las lagunas en su formación y atender su curiosidad e inquietudes, la entidad educativa ofrece diferentes cursos en línea que este año, de nuevo, dan el pistoletazo de salida.
A lo largo del curso pasado, la entidad educativa tuvo más de 250 alumnos. Los de este año, ha recordado Hidalgo, están repartidos por «toda la geografía española», pero también provienen de México, Estados Unidos, Argentina o Chile y de toda Hispanoamérica. E incluso de Canadá.

Después, Juan Vicente Boo, vaticanista y colaborador de Alfa y Omega, ha explicado el legado del Papa Francisco y los nuevos desafíos de León XIV. «No me preocupa bajar yo un poco el nivel del curso porque los profesores de la Escuela de Teología en Internet lo subirán inmediatamente a partir de mañana», ha bromeado. «Dentro de dos años me voy a matricular yo mismo tras comprobar la falta de base teológica que a veces tengo en las cosas que escribo», ha rematado.
«Un periodista afortunado»
Boo se ha definido como «un periodista afortunado por haber trabajado como corresponsal extranjero en observatorios muy privilegiados para entender el mundo». A saber: Bruselas, Nueva York, Hong Kong y Roma. Por tanto, «con la experiencia de haber observado asuntos internacionales enrevesados y haber entrevistado a sucesivos secretarios generales de la OTAN y de Naciones Unidas», ha asegurado que «ninguna tarea es tan difícil y compleja como la de ser Papa».
El corresponsal se ha reiterado «afortunado» porque durante 23 años ha observado «desde la primera fila» a Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco, a quienes ha definido como «tres personajes únicos». Contó sus pasos en unas diez mil crónicas y en cinco libros. El último, 33 miradas del Papa Francisco, salió de imprenta el mismo día de su fallecimiento. Igualmente ha recalcado que «sigo observando de cerca al Papa León», quien «me apasiona como los anteriores». A los cuatro los ha descrito como «cuatro personas humanamente distintas pero que viven una maravillosa continuidad» y centrados en «lo esencial, que es Jesucristo».

Tras destacar que la herencia de Juan Pablo II fue «enseñar que el ser humano es relacional» y el de Benedicto XVI «ayudarnos a conocer mejor a Jesucristo con su libro Jesús de Nazaret», ha apuntado que el de Francisco ha sido «vivir la misericordia y el cariño por los pobres y refugiados según el corazón de Jesucristo».
Sobre el Papa Francisco ha destacado también su «redescubrimiento de la responsabilidad apostólica de los laicos y la participación en tareas de gobierno de la Iglesia». El Pontífice lo hizo incluyendo el Vaticano a «laicos con mucha responsabilidad» como Maximino Caballero, Benjamín Estévez de Cominges o Paolo Ruffini. También a «mujeres al frente de dicasterios» como Simona Brambilla, prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, o a Raffaella Petrini, quien es presidenta de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
Según Juan Vicente Boo, gracias a estas reformas y que el Sínodo contara con 54 madres sinodales, «hoy los cristianos nos sentimos más familia y escuchamos más a quienes no lo son para poder ayudarles». Igualmente ha elogiado de Francisco «la limpieza de corruptelas económicas y de autorreferencialidad» y, naturalmente, «el esfuerzo por la erradicación de los abusos sexuales».
León XIV, el «mejor legado» de Francisco
Pero, a juicio del periodista, «su mejor legado es Robert Prevost», a quien conoció en Argentina cuando era superior de los agustinos. Del estadounidense ha destacado que, como «Papa matemático», es «reflexivo, ordenado y analítico». Pero también es un «Papa teólogo» y un «Papa jurista» por ser doctor en Derecho Pontificio. Igualmente, León XIV posee tres culturas: el pragmatismo de Norteamérica, la humanidad de Latinoamérica y la curial de Roma.

Entre sus retos, ha destacado que deberá poner más cimientos jurídicos a las reformas que comenzó «el huracán» que fue el Papa Francisco. Deberá «afrontar de modo inteligente y humano la revolución digital». También elaborar un magisterio sobre redes sociales e Inteligencia Artificial. Y «afrontar la inestabilidad mundial provocada por la decadencia de Estados Unidos».

Después de esta presentación, un dúo de guitarra y violín han interpretado varias canciones de las bandas sonoras de La vida es bella o Doctor Zhivago y los alumnos que completaron sus estudios el curso pasado se han graduado y recibido sus títulos de manos de Jesús Díaz Sariego.