«La ciudad de Gaza está triturada», asegura el padre Romanelli tras ser alcanzado por esquirlas
El cardenal Pizzaballa, en la Franja, se queda hasta este domingo para visitar los centros de Cáritas y garantizar el envío y la correcta distribución de la ayuda humanitaria
Gabriel Romanelli, sacerdote argentino del Instituto del Verbo Encarnado y responsable de la parroquia católica de Gaza a la que el jueves alcanzaron las esquirlas de un fuerte bombardeo, ha explicado con detalle en su canal de YouTube cómo fue el ataque en el que murieron tres personas y él mismo resultó herido en pierna y costado: «El jueves por la mañana ya habíamos terminado las oraciones y de desayunar, y yo tenía una reunión de trabajo, una entrevista larga de una hora». Cuenta que salió a la puerta de la casa parroquial y tras bajar las escaleras para «tomar un par de mates y saludar» al otro sacerdote y al religioso que están con él en la parroquia, sucedió. «Fue todo muy rápido; se escuchó una gran explosión, no sabíamos qué había pasado. Hay gente que cayó al suelo y empezamos a asistir a las personas; fuimos 15 los heridos, esas esquirlas de metal causan mucho daño».
De las tres personas fallecidas, dos de ellas eran ancianas, una la abuela del religioso, y la otra, una directora de escuela retirada, viuda y sin hijos. El tercer fallecido era uno de los porteros, «un hombre muy bueno, célibe, que estaba sentado en la puerta, en su lugar de trabajo y justo había ido a verlo uno de nuestros jóvenes, que está delicado de salud porque una esquirla le perforó un pulmón». Otra de las personas en estado crítico es el religioso, «que recibió más de una esquirla y recibió daños internos a la altura del abdomen. Está fuera de peligro, pero tendrá una recuperación larga».
«Estamos bien, pero impactados, como pueden imaginar», expresa. Y se siente muy agradecido por la visita del cardenal Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, y Teófilos III, patriarca de la Iglesia greco-ortodoxa. «Ha sido una gran visita y un gran consuelo». La comitiva rezó junta, visitaron a los heridos y fueron a los centros de salud, el hospital anglicano y el centro de Cáritas Santo Tomás de Aquino, restaurando tras un bombardeo y ahora muy activo. «Hay diez centros de Cáritas donde se asisten a miles de personas diariamente», Explica Romanelli que «entramos en la capilla, donde cuando hubo el alto el fuego recomenzamos a celebrar la Misa, pero que en los últimos tiempos era muy peligroso y habíamos dejado de ir».
»La ciudad está devastada cada vez más, está triturada», asegura. Y cuenta cómo le llamó León XIV, pero no pudo coger el teléfono porque no tenía cobertura en ese momento. El Papa habló con el provincial y el vicario, y Romanelli agradece los miles de mensajes y llamadas de autoridades de distintos países para preocuparse por lo sucedido. «Sigamos reforzando las oraciones por la paz esta guerra tiene que terminar; más de dos millones de personas tienen una vida invivible aquí en la Franja; esto ofende a Dios, no ayuda al ser humano y no ayuda a la paz en Tierra Santa ni en Palestina ni en Israel».
Para garantizar la distribución de la ayuda humanitaria
Según un comunicado del Patriarcado Latino de Jerusalén, se espera que el cardenal Pizzaballa permanezca en Gaza hasta este domingo «para realizar visitas pastorales a todas las familias, reunirse con los equipos de Cáritas y garantizar que el proceso de envío y distribución de la ayuda humanitaria se establezca y ponga en marcha correctamente».
El Patriarcado Latino «da gracias al Señor por la gracia de esta visita y reafirma su firme compromiso de acompañar al pueblo de Gaza en su sufrimiento. Seguimos orando por el pronto fin de la violencia, por la sanación de todos los heridos y por el restablecimiento de la paz y la dignidad humana».