El Papa renueva el «llamamiento a un alto el fuego» tras el ataque a la parroquia de Gaza

El Papa León XIV está «profundamente apenado» por la muerte de dos personas este jueves en la parroquia de la Sagrada Familia, de Gaza. Un telegrama firmado —como es habitual— por el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, lamenta en nombre del Santo Padre la «pérdida de vida» y las heridas «causadas por el ataque militar». 

Según ha explicado el patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, a Vatican News, el ataque fue el disparo de un tanque directamente contra el templo, «dicen que por error». Además de los dos fallecidos —el responsable de mantenimiento del recinto y una anciana a la que atendía Cáritas— cuatro personas han resultado heridas de gravedad.

El Papa «renueva su llamamiento a un alto el fuego inmediato y expresa su profunda esperanza» de que a la región llegue el «diálogo, la reconciliación y una paz duradera». También asegura al párroco, padre Gabriel Romanelli —que ha sufrido heridas leves en la pierna derecha— y a toda la comunidad «su cercanía espiritual». 

Asimismo, el Pontífice encomienda las almas de los fallecidos «a la amorosa misericordia de Dios todopoderoso». Y reza pidiendo «consuelo a quienes lloran y la recuperación de los heridos». 

Desde Ucrania

También el presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), Mariano Crociata, ha expresado su profunda emoción y preocupación por lo ocurrido. «Tales actos renuevan nuestro dolor por la expansión de la violencia y nos impulsan a reafirmar, con fuerza, nuestra firme oposición a cualquier forma de guerra y conflicto armado», ha afirmado Crociata.

Los enfrentamientos armados, dondequiera que se produzcan, son siempre una derrota para la humanidad y una herida para la dignidad de cada persona, ha subrayado. «Deseo mandar un sentido mensaje de cercanía y solidaridad a la comunidad cristiana de Gaza y alzar nuestra voz por el fin de la guerra y por el respeto hacia el pueblo palestino», ha afirmado. 

La noticia adquiere aún más seriedad si se tiene en cuenta que la ha recibido desde Ucrania, donde está realizando una visita de tres días para expresar la solidaridad de la Iglesia en Europa con el pueblo y la Iglesia ucranianos. Se trata de un viaje «vivido con gente que ha cargado desde hace tiempo el peso de la guerra». Por ello, «incluso con más convicción me uno al grito de aquellos que piden paz y respeto a cada vida humana, esté donde esté».