Muere Belén Domínguez, la joven entusiasta que inspiró a miles de personas
Llevaba dos años ingresada en el hospital a causa de un tumor intramedular, pero eso no le impidió contar su testimonio a través de redes sociales, recibir un premio o una carta del Papa Francisco
La joven Belén Domínguez, de 31 años, ha fallecido este sábado en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, donde llevaba ingresada desde diciembre de 2023 a causa de un agresivo tumor intramedular que le diagnosticaron cinco meses antes de su hospitalización. Desde la cama del centro hospitalario, Belén sabía llegar al corazón de las casi 200.000 personas que le seguían por redes sociales, mostrando su vida, sus inquietudes y su fe.
Católica, sensible a los demás o alegre, son algunas de las características que destacan los que la conocieron en persona, como el cardenal y arzobispo de Madrid, José Cobo, quien le visitó en el hospital en enero. Antes de entrar a su habitación, el prelado pudo conversar con los padres de Belén y con Emilio, el prometido de la joven. Un momento que todos destacaron como «una experiencia emotiva y maravillosa».
En Alfa y Omega tuvimos la oportunidad de entrevistarle con motivo del reconocimiento que obtuvo a principios de este año de la Fundación Universitaria San Pablo CEU; el premio CEU Ángel Herrera en la categoría de Valores e Influencia en Redes Sociales. En esa conversación, Belén explicaba que cuando le llegó la noticia de su enfermedad «no me agobié ni me quejé», sino que lo aceptaron y decidieron «mirar hacia delante». Además, destacaba que su éxito en redes sociales fue una cosa gradual, y que poco a poco fue contando su experiencia, «cómo iba viviendo mi enfermedad, cómo nos ayudaba la fe y cómo Dios nos está cuidando».
En el año 2024, la joven publicó un libro titulado La vida es bonita incluso ahora, en el que relataba su testimonio de lucha, pero también de miedos, dificultades y obstáculos junto a su familia y su novio, a quienes consideraba «un equipo». En el cabecero de su cama —como ella misma explicaba en redes—, estaba presente el Papa Francisco. Tenía enmarcada una carta que el Pontífice le envió en enero y decía así: «Querida Belén, me han informado sobre el sufrimiento que enfrentas debido a la enfermedad. Te aseguro mi afectuosa cercanía y mi recuerdo en la oración. Continúa encontrando consuelo y fortaleza en la fe. Que la gracia de Jesús, que es nuestra esperanza, te sostenga y fortalezca, no cedas al desánimo. Gracias por tu testimonio de fe y por el bien que haces con tu libro La vida es bonita incluso ahora. Te abrazo invocando la protección de la Virgen y San José de corazón, te bendigo a ti y a las personas que te son queridas. Fraternalmente, Francisco».