Un obispo de EE. UU. pide «poner fin a estos horribles crímenes» tras el asesinato de un activista republicano
«Todos deberíamos tener un sentimiento profundo de pena y rabia» por la muerte de Charlie Kirk, ha asegurado el gobernador demócrata de California. Lo ocurrido «es enfermizo y reprensible»
«Es espantoso que sigan ocurriendo actos de violencia sin sentido», lamenta Óscar A. Solís, obispo de Salt Lake City, tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. Kirk murió este miércoles tras recibir un disparo en el cuello en la Universidad del Valle de Utah, en Orem (Utah). Aparentemente, el autor fue un francotirador desde un edificio del campus universitario, a 180 metros.
«Mi corazón está con la familia de Charlie Kirk», asegura el comunicado de Solís, según recoge la agencia católica OSV News. «Rezaré por el descanso de su alma. También rezo por todos los afectados, especialmente por los que estaban presentes en el evento en el campus, las muchas personas que admiraban al señor Kirk y, sobre todo, su familia».
Por otro lado, añade que «sigo rezando por todas las víctimas de la violencia armada a lo largo de los años y sus familias». En este sentido, señala que «parece que nuestra sociedad ha perdido el sentido de la santidad de la vida». En este sentido, reza «para que nuestro Gobierno adopte las medidas adecuadas para poner fin a estos horribles crímenes».
El obispo Robert E. Barron, de Winona-Rochester, Minnesota, también se sumó a los que hicieron un llamado a la oración. En un comunicado en el que se confirmaba la muerte de Kirk, su organización Turning Point USA oró para que «sea recibido en los brazos misericordiosos de nuestro amoroso Salvador, que sufrió y murió por Charlie».
Rechazo demócrata
Kirk tenía 31 años, estaba casado y era padre de dos hijos pequeños. Firme aliado de Trump, en 2012 y con solo 18 años fue el fundador de la organización republicana Turning Point USA. En el momento de su muerte el activista intervenía en un acto organizado por la entidad dentro de su American Comeback Tour.
El sospechoso sigue en libertad y se ha iniciado una búsqueda para capturarlo, según las fuerzas del orden. La Policía había afirmado que tenían a una persona de interés en custodia y la estaban interrogando, pero que esa persona fue detenida por obstrucción a la justicia. La investigación para determinar quién fue el autor del disparo sigue en curso.
El presidente Donald Trump lamentó la muerte de Kirk en un comunicado y ordenó que las banderas ondearan a media asta. Entre las reacciones políticas, destaca la del gobernador de California, el demócrata católico Gavin Newson. «Todos deberíamos tener un sentimiento profundo de pena y rabia» por esta «terrible violencia». El asesinato del activista «es enfermizo y reprensible».
Aunque en lados opuestos del espectro político, el gobernador asegura que «admiraba» de Kirk «su pasión y compromiso con el debate. Su asesinato sinsentido es un recordatorio de lo importante que es para todos nosotros, a lo ancho del espectro político, promover un discurso genuino en cuestiones que nos afectan a todos profundamente sin recurrir a la violencia política».
La excongresista Gabrielle Giffords, representante demócrata por Arizona, que sobrevivió tras recibir un disparo y resultar gravemente herida en 2011, escribió en X: «Me horroriza saber que Charlie Kirk ha recibido un disparo en un evento en Utah». Y añadía: «Las sociedades democráticas siempre tendrán desacuerdos políticos, pero nunca debemos permitir que Estados Unidos se convierta en un país que afronta esos desacuerdos con violencia».